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Simone de Beauvoir 3
EDUCACION Y EVOLUCION COLECTIVAS PARA CONSEGUIR LA AUTONOMIA DE LAS MUJERES Y LA RECIPROCIDAD DE LAS RELACIONES ENTRE HOMBRES Y MUJERES.
Como deja bien claro la cita de Marx en el penúltimo párrafo de EL SEGUNDO SEXO, la situación ideal para las relaciones hombre-mujer es la reciprocidad. Llegar a ser como dos partes del mismo género humano. Que la mujer no esté condenada a ser perpetuamente la Alteridad.
Para llegar a eso, el paso inevitable es la autonomía de la mujer y, en primer lugar, la autonomía económica. Mientras la mujer es dependiente económicamente de los hombres, la situación de sumisión y opresión se mantiene.
Simone de Beauvoir confía en que el socialismo pondrá las condiciones para la independencia económica de las mujeres y las liberará de las servidumbres reproductivas con medidas igualatorias como los permisos por maternidad retribuidos.
Es necesario también que el modelo de familia patriarcal desaparezca y sea sustituido por relaciones más libres.
Es necesario, usando la frase de Stendhal, “plantar todo el bosque de golpe”. Esto significa que la sociedad debe evolucionar en bloque. Esta evolución colectiva es necesaria para que los modelos patriarcales no interfieran con los modelos igualitarios.
Esta evolución colectiva sólo será posible con una educación igualitaria de niños y niñas. Simone de Beauvoir da varias ideas sobre esto en el párrafo 15 de la conclusión.
Simone de Beauvoir 2
El primer tomo del libro de Simone lleva por título “LOS HECHOS Y LOS MITOS”. Está dividido en tres partes: Destino, Historia y Mitos..
En la parte titulada Destino, trata de demostrar que la alteridad de la mujer no es un destino determinado por la biología, ni por la psicología, ni por la economía.
La biología misma nos dice, por ejemplo, que forma parte de nuestra naturaleza humana el autoconstruirnos, al menos en parte.
Si la alteridad no es un destino biológico, ¿qué es lo que ha colocado a la mujer en esta situación de sumisión?. Cuando explicamos la adaptación que hace Simone de la dialéctica del Amo y el Esclavo avanzamos ya una explicación.
Según Simone de Beauvoir, “la clave de todo el misterio” estaría en las “servidumbres de la reproducción” que obligan a la mujer a “largos períodos de impotencia”.
Esta devaluación de la feminidad ha sido sólo una etapa,. quizá necesaria, pero transitoria de la evolución humana. No es necesario prolongar esta situación.
Incluso en las condiciones más antiguas (12 o 13 años de incapacidad por embarazo) habría sido posible una cooperación entre los sexos. Si esta cooperación no ocurrió es porque la necesidad de afirmarse como sujetos, “la voluntad masculina de expansión”, condenó a las mujeres a la condición de inmanencia.
Nos estaría de más ahora hacernos algunas preguntas. ¿Qué condiciones materiales pudieron hacer que las servidumbres de la reproducción aumentaran? ¿fue una crisis alimentaria? ¿Esta situación de la mujer se da igual en las sociedades cazadoras?
Hoy la “incapacidad por embarazo” apenas alcanza los 2 años, por lo tanto no se dan esas condiciones que condenaban a la mujer a la inmanencia.
La condena de la mujer a la inmanencia y al sedentarismo no ha hecho sino consolidarse desde la aparición del PATRIARCADO. Desde entonces, leyes e instituciones no han dejado de ponérselo a la mujer más y más difícil. Apenas unas pocas voces críticas como la del cartesiano Poulain de la Barre han denunciado esta opresión y esclavitud de la mujer (también Diderot y Stuart Mill).
En el siglo XIX con la revolución industrial se producen algunos cambios ambiguos. Por una lado, la mujer, al incorporarse al trabajo industrial obtiene una perspectiva de desarrollo individual. Por otro lado, a las servidumbres de la reproducción se añade la explotación en las fábricas, con lo que a las mujeres se les plantea el problema de la conciliación entre esos dos mundos: el trabajo fuera y el trabajo en casa. Además, muchos obreros miran con recelo esa incorporación de la mujer a la que ven como competidora.
Pero en la sociedad humana “nada es natural” y “la mujer es un producto más elaborado por la civilización” y, por tanto, una historia distinta es posible en adelante.
El primer capítulo del segundo volumen (Formación) está dedicado a mostrar cómo se fabrica la “mujer mujer” por medio de un proceso de socialización-educación que discrimina a las niñas.
A las niñas, bajo la apariencia de un trato privilegiado, se le permite ser más frágil y sensible. A los niños se les enseña a estar orgullosos de sus logros. Un montón de pequeños aprendizajes van consolidando en la mujer sentimientos de inferioridad, de pasividad. En los niños se favorecen actitudes encaminadas a la acción, al riesgo. En casa aprenden sobre el prestigio de todo lo que rodea al padre (trabajo) y el escaso valor de lo que hace la madre (tareas domésticas que ni siquiera se pagan).
En el terreno erótico, se fomenta la dependencia de las muchachas. El tiempo de la relación también se vive de un modo distinto: para el hombre, que tiene muchas cosas importantísimas que hacer, estar con ella es sólo una cosa más; para ella, sin embargo, los momentos que pasa con él son los más importantes.
Se enseña a las niñas a sobrevalorar el amor, se las enseña a amar como la gran tarea de su vida. No es extraño que acaben siendo ellas las que cuidan de los niños, de los padres. Incluso profesionalmente se ocupan más de actividades de cuidado.
Se enseña a las niñas a no recurrir a la violencia, a asustarse ante la violencia. Al hombre se le enseña a conseguir, a la mujer a renunciar.
Pero esta situación no es una fatalidad. La ”mujer mujer” es un producto fabricado como antes se fabricaban castrati para los coros del Vaticano. Si las mujeres consiguen la autonomía, entonces decidirán su propio papel, su identidad social, su erotismo.
El erotismo es un aspecto muy importante de la propia identidad. Según S. de Beauvoir “ningún destino sexual gobierna la vida del individuo”. Cada mujer y cada hombre es libre de elegir su vida erótica, amar a quien quiera y como quiera.
Voy a terminar con una frase de la gran antropóloga Margaret Mead:
“Los rasgos de la personalidad que hemos llamado masculinos o femeninos van tan poco ligados al sexo como el vestido, los ademanes o la forma de peinarse que una sociedad, en una época determinada, asigna a cada sexo.
Simone de Beauvoir
HERMENÉUTICA PROPIA DEL EXISTENCIALISMO DE BEAUVOIR
Lectura feminista de la dialéctica hegeliana del amo y el esclavo: la mujer como “la otra” en la sociedad patriarcal.
La antropología moderna ha encontrado la categoría de “lo otro” en todas las culturas. Granet en el pensamiento chino, Dumézil en Grecia y Roma. Siempre encontramos esa dualidad de lo Mismo y lo Otro.
Simone de B. cita al antropólogo Lévi-Strauss: “El paso del estado de Naturaleza al estado de la Cultura se define por la aptitud que el hombre adquiere de concebir las relaciones biológicas como sistemas de oposiciones: la dualidad, la alternancia, la oposición y la simetría…son datos fundamentales e inmediato de la realidad social.” (“Las estructuras elementales del parentesco”).
Los grupos humanos empiezan a entender el mundo por medio de categorías duales, lo Mismo se opone a lo Otro. Ningún colectivo se define como Uno sin ubicar inmediatamente a otro frente a sí.
Años antes, el filósofo alemán Hegel había pensado que la conciencia se construye a través del enfrentamiento y la oposición con algo Otro. La categoría de “Otro” es tan primaria como la conciencia.
Ni la vida social se puede considerar como un MITSEIN (convivencia) lleno de paz y solidaridad, ni tampoco la vida individual es un desarrollo armonioso exento de hostilidad y de lucha.
Simone de B. utiliza estas ideas para entender la situación de las mujeres. Después de constatar la situación de opresión que padecen las mujeres desde hace siglos, S. de Beauvoir se hace esta pregunta: ¿Por qué las mujeres no han podido constituirse en un sujeto, en un decir NOSOTRAS, como sí han hecho otros colectivos oprimidos? Aún otra pregunta: ¿Qué llevó a las mujeres a su situación de oprimidas y sometidas?
Parte de la respuesta a estas preguntas está en la consideración de que en la relación de las mujeres con los hombres no se da la misma RECIPROCIDAD que se da entre otros colectivos.
El nativo se da cuenta de que en los países vecinos hay otros nativos que miran a su vez como extranjero. Uno y otro se enfrentan o se reconocen al mismo nivel.
Pero esta reciprocidad no se da entre los dos sexos. Uno de ellos se ha afirmado como esencial y ha relegado al otro a la alteridad pura, a ser secundario, a ser objeto. El hombre se ha colocado en la trascendencia y ha condenado a la mujer a la inmanencia.
Para entender mejor como se ha constituido esta situación de opresor-oprimido, S. de Beauvoir echa mano de una de las partes más conocidas de la filosofía de Hegel: la dialéctica del amo y el esclavo.
Del libro de Jean Hyppolite “Génesis y estructura de la Fenomenología del espíritu de Hegel” cito esta frase: “La autoconciencia, que es deseo, sólo alcanza su verdad al encontrar otra autoconciencia viviente como ella.”
Según Hegel, los hombres no tienen, como los animales, únicamente el deseo de conservar su vida, sino que tienen el deseo imperioso de hacerse reconocer como autoconciencia. Por eso el hombre (la autoconciencia) lucha por lograr el reconocimiento, En esa lucha llega arriesgar su vida. El deseo de reconocimiento es mayor que el deseo de conservar la vida. Pero, al poner en juego su vida, el hombre se da cuenta de su valor y puede entonces decidir convertirse en esclavo (renunciar al reconocimiento) con tal de conservar la vida. El esclavo no es propiamente esclavo del amo, sino de la vida. Se convierte en esclavo al retroceder ante la muerte.
Hasta aquí la explicación del proceso por el que unas autoconciencias, al enfrentarse, pueden convertirse en amo y esclavo.
Este esquema dialéctico puede servir para entender el proceso de sometimiento de las mujeres en las sociedades guerreras.
En esas sociedades, los hombres establecen los fines del grupo llevando a cabo guerras con otros grupos, guerras en las que, como en la caza, arriesgan sus vidas. Obtienen el reconocimiento del grupo y también de las mujeres. Las cuales no pueden intervenir en la guerra al estar vinculadas a actividades reproductivas. Los hombres someten a las mujeres y, a cambio, les ofrecen protección.
Cuando este sistema se consolida y se justifica mediante leyes escritas tenemos la sociedad patriarcal en la que la mujer es forzada a un papel sedentario, pasivo y secundario. Como dice el dicho machista: reposo del guerrero.
Esta relación de vasallaje de las mujeres no es fácil de abolir por varias razones.
Primero porque la situación de vasallaje se prolonga ya mucho tiempo y las mujeres no tienen una historia común y carecen de elementos de identidad como colectivo. Al estar durante siglos vinculadas al hogar, se encuentran aisladas, dispersas. Una de las pocas librerías feministas que hubo en Valencia y que ya cerró hace tiempo, se llamaba precisamente “Sal de casa”.
Además, el vínculo de las mujeres con sus opresores no es comparable con el que existe entre otros oprimidos con sus opresores. La mujer vive en una extraña simbiosis con su opresor. Muchas veces las mujeres tienen dificultades para romper con hombres que les hacen daño. (Echad una ojeada al libro “Las mujeres que aman demasiado”. Está en la biblioteca del Instituto).
Por último, la propia relación de subordinación tiene algunas ventajas que la mujer perdería si se liberase. Las ventajas no son sólo materiales, sino también existenciales. Liberarse significa hacerse responsable de uno mismo por completo y eso requiere valor, autenticidad y decisión.
CONCEPTO DE SUJETO SITUADO.
Simone de Beauvoir adopta el punto de vista de la moral existencialista. Hay un fragmento de Jean Paul Sartre que nos sirve ahora:
“Estamos solos, sin excusas. Es lo que expresaré diciendo que el hombre está condenado a ser libre. Condenado, porque no se ha creado a sí mismo, y, sin embargo, libre, porque una vez arrojado al mundo es responsable de todo lo que hace. El existencialista no cree en la fuerza de la pasión (…) Piensa que el hombre es responsable de su pasión (…) el hombre tiene un porvenir por hacer.” (J.P.Sartre “El existencialismo es un humanismo”)
El existencialismo dice que la existencia precede a la esencia.. La vida no consiste en una esencia humana que se va desarrollando, sino que primero uno es “arrojado” al mundo y, una vez allí, es su responsabilidad el “hacerse”. Uno se va haciendo a sí mismo por medio de sus decisiones y acciones.
Condenado a ser libre quiere decir que el ser humano ha de usar su libertad para proyectarse en la vida, para forjar proyectos de vida, para elegir quedarse en la inmanencia o trascenderse y superarse. Porque el ser humano no es una esencia hecha sino una existencia que se va haciendo. Como decía Machado, “no hay camino, al andar se hace camino”.
Lo primero es la existencia y la existencia lo es en una situación concreta. Uno/a llega a la existencia como hombre o como mujer, en una u otra época, en una u otra familia o país. Las decisiones o acciones no se hacen en abstracto sino teniendo en cuenta la situación en que se vive.
La situación de la mujer es ambigua: su ser profundo, humano, les empuja a la libertad y la autonomía, su ser cultural en un mundo machista les empuja a la sumisión y a la obediencia.
A esto hay que añadir la ambigüedad de la condición humana que está dividida entre la trascendencia, el proyecto, la libertad y, por otro lado, la inmanencia y la determinación del cuerpo.
Simone de Beauvoir propone una moral basada en la autenticidad y la libertad. No engañarse a uno/a mismo/a, inventar los propios fines y no convertirse por pereza o cobardía en marioneta de la voluntad de otros.
Termino con una frase que anoté de los diálogos de la película “Vértigo” de Hitchcock: La protagonista (Kim Novak) dice al protagonista (James Stewart), “Dejé que me cambiaras porque te quería.” ¿Es una buena manera de entender el amor para una mujer?
METODO REGRESIVO-PROGRESIVO DE ANALISIS DE LA CONDICION FEMENINA
Según Simone de Beauvoir el sometimiento de la mujer es quizá una etapa necesaria de la evolución humana. Pero no es una situación deseable ni para las mujeres ni para los hombres.
Por esos Simone de B. se preocupa, por un lado, de entender (hacia atrás) cómo se ha producido y se mantiene la situación de opresión y, por otro lado, de imaginar (hacia adelante) cómo podría ser la superación de la situación y la convivencia igualitaria entre los sexos.
El primer tomo utiliza más el punto de vista regresivo. De sus tres partes (Destino, Historia, Mitos) es en la segunda (Historia) en la que este punto de vista es más evidente: ¿Cómo empezó esto?, ¿Cómo llegó hasta este punto la situación de opresión de la mujer?.
En la parte titulada Destino se discute si la mujer está condenada por su biología, por su psicología o por la economía a ser siempre el “segundo” sexo.
En la parte titulada Mitos estudia las fantasías que la cultura masculina ha elaborado sobre las mujeres.
En el segundo, todo titulado “La experiencia vivida”, da voz a la experiencia de las mujeres, desde la infancia hasta la vejez, intentando comprender las experiencias concretas que viven (como esposas, como madres, como prostitutas, en su vida social) y tratando de proyectar una salida hacia la liberación.
El último capítulo del libro lleva precisamente ese título: “La mujer independiente.”
PROBLEMATIZACIÓN DE LA CATEGORIA “MUJER”.
Es evidente con sólo abrir los ojos que hay hombres y mujeres. Pero ¿en qué consiste la diferencia.?
Decir como Dorothy Parker en “Modern Women: a lost sex”: “Tanto hombres como mujeres debemos ser considerados como seres humanos” no nos aclara nada. Afirmar de forma abstracta la igualdad no significa haberla conseguido. Por mucho que neguemos las nociones de Feminidad, alma negra o carácter judío, eso no significa una liberación para las mujeres, los negros o los judíos. Es sólo una huida engañosa.
Nos va a aclarar mucho más el hacer la distinción entre sexo y género que también nos llega del movimiento feminista norteamericano.
Sexo significa el sexo biológico; género se refiere a los roles sociales “hombre” y “mujer” atribuidos al sexo biológico. Esto implica que el sexo biológico está fijado, pero los roles son productos culturales que podrían ser de otro modo. Por ejemplo, en el siglo XVIII se consideraba a la mujer más sexual que al hombre; sin embargo, en el siglo XIX en la era victoriana, se crea el cliché de la mujer prácticamente asexual.
“No se nace mujer: se llega a serlo” es una de las frases más conocidas de “El segundo sexo”. Simone de Beauvoir analiza muy minuciosamente en la primera parte del segundo volumen (Formación) como el género (la Feminidad de la mujer) no es algo natural, sino una construcción social que se hace sobre todo a través de la educación.
El sexo es naturaleza, pero la Feminidad es un MITO fabricado durante milenios de patriarcado. Por eso la pregunta ¿qué es una mujer? No pregunta una cosa obvia sino que sirve para cuestionar lo que hay detrás de la categoría “mujer”, del mito del “eterno femenino”.
Hay que diferenciar los hechos de los mitos, lo natural de lo cultural.
Monografia sobre DESCARTES encontrada en la Red.
http://www.monografias.com/trabajos82/rene-descartes/rene-descartes.shtml
Buscando algo sobre la Carta de Descartes a Chanut del 30 de enero de 1629 he encontrado esta interesante monografia.
Platón en 5 minutos
Platón en 5 minutos
Platón piensa que todos los Estados de su tiempo son corruptos, Se van corrompiendo desde la aristocracia (gobierno de los mejores) a la Timocracia (gobierno de los ricos) que degenera en Oligarquía (gobierno de unos pocos ricos), viene luego la democracia (gobierno del pueblo) y, finalmente, la tiranía. Todos los Estados tienden a corromperse porque son parte del mundo sensible y van apartándose de la idea de Justicia.
Para regenerar los Estados es preciso hacer que se asemejen otra vez a la Idea de Justicia y eso sólo puede hacerlo alguien que conozca las Ideas: el filósofo. Entonces se plantea la pregunta ¿Podemos conocer las Ideas?
Teoría de la Ideas
Según Platón, además del mundo sensible en el que vivimos, hay otro mundo, el de las Ideas. El mundo de las Ideas es el auténticamente real, el mundo sensible es sólo una copia. Por lo tanto, el auténtico conocimiento no es el que se conforma con las copias (Opinión, Doxa) sino el que intenta captar las Ideas (episteme).
Platón nos explica su teoría de cómo es el mundo (ontología) y de cómo es el conocimiento (epistemología) por medio de 3 analogías. En una de ellas (la de la caverna) nos explica también cómo educar al alma para que llegue al conocimiento cierto.
Analogía del Sol
El Sol es el Bien, la idea que ilumina todas las demás ideas. La vista es la inteligencia. Las cosas vistas son la Ideas.
Igual que la vista ve gracias a la luz del Sol, la inteligencia toma su poder de la Idea de Bien.
Igual que el Sol ilumina las cosas, la Idea de Bien hace que las demás ideas existan y sean inteligibles.
Analogía de la Línea
En esta analogía lo más importante es la proporcionalidad. Igual que el mundo sensible es un reflejo del mundo inteligible, los dos segmentos del mundo sensible son proporcionales a los dos segmentos del mundo inteligible. Como las sombras son reflejo de las cosas materiales, así también los objetos matemáticos son reflejos de las auténticas Ideas.
Analogía de la Caverna
Las partes de la caverna y de lo que hay fuera de la caverna se corresponden con las partes de la Línea.
La analogía de la caverna sirve para explicar que hay cuatro niveles de realidad y también cuatro niveles en el conocimiento. La caverna nos sirve también para entender mejor lo que es la educación y las fases por las que tiene que pasar el alma desde la forma de conocimiento más baja (eikasia) hasta la más alta (noesis).
Las analogías del Sol y la Caverna nos dejan bastante claro lo que entiende Platón por Educación (Paideia). No se trata como dicen los Sofistas de poner conocimientos en el alma sino de ayudar al alma a mirar hacia arriba, es decir, hacia las Ideas.
Para Platón, conocer es recordar (Anamnesis). Como el alma participa de las Ideas y como todo está relacionado, el alma puede recordar esforzándose por medio de la Dialéctica, Ideas que en el fondo ya conoce.
En la educación, según Platón, tienen una enorme importancia las matemáticas porque, al plantearnos cuestiones que los sentidos no pueden resolver, nos obligan a pensar y nos preparan para la última y más difícil fase de la educación: la dialéctica.
Y volvemos al principio, al objetivo de Platón que es la política. Si conseguimos conocer las Ideas entonces no podemos quedarnos cómodamente en nuestro paraíso del conocimiento y tenemos que volver a la caverna y ayudar a nuestros semejantes, es decir, tenemos que gobernar, descender a los asuntos públicos. Si los que tienen el conocimiento se resisten a gobernar, entonces hay que recordarles que es el Estado el que los ha educado y no tienen derecho a rehusar.
Cuentan que cuando Picasso visitó la cueva de Lascaux dijo: “No hemos aprendido nada”. Ese comentario me sugiere esto:¿Hemos salido de las cavernas del paleolítico o seguimos atemorizados rodeados de la misma oscuridad?, ¿Quiénes son hoy los que portan las estatuas y caminan detrás del biombo?, ¿Quiénes son los nuevos brujos?¿ son los científicos, los sacerdotes, los medios de formación de masas (mal llamados medios de información)? ¿Queremos saber o nos aferramos a nuestra ceguera?
Platón nos plantea otros muchos interrogantes. Por ejemplo sobre la naturaleza de la educación. En La República parece plantear la educación como liberación de la ignorancia. Sin embargo, en el libro VII de Las Leyes dice: ”..de entre todos los animales, el más difícil de manejar es el niño; debido a la misma excelencia de esta fuente de razón que hay en él, y que está todavía por disciplinar, resulta ser una bestia áspera, astuta y la más insolente de todas.” Entonces ¿es la educación liberación o domesticación?.
Un problema clásico que planteó el filósofo vienés Karl Popper es el de si encontramos en Platón lo orígenes del totalitarismo. Plantea ese tema en un libro que fue muy leído después de la segunda guerra mundial: “La sociedad abierta y sus enemigos.” Platón es, según Popper, uno de esos enemigos. El libro en cuestión influyó mucho en los economistas neoliberales cuyas teorías son responsables de la crisis económica que padecemos hoy en todo el mundo.
El Intelectualismo moral
Es dificil deslindar las opiniones de Platón de las de su maestro Sócrates.. Este último no creía, por ejemplo, que las ideas fueran entes o que el alma fuera inmortal.
El intelectualismo moral es quizá herencia de Sócrates ya que a éste se le considera el fundador de la ética. (Aristóteles, Metafísica A, 6, 987 b.) : “Sócrates se ocupó de la ética y no de la fisis, y en la ética buscaba lo universal y fué el primero que puso el pensamiento en dar definiciones.”
Quizá no fué el primero en buscar un fundamento racional para la conducta humana. Otros como Pitágoras ya lo había hecho en escritos sobre educación o política. La originalidad de Sócrates está en prescindir del misticismo. Sin abandonar el respeto a los dioses, no quiere, sin embargo, dar a la moral un fundamento religioso sino racional.
Jenofonte nos da en parte la clave (Memorables II, 6, 39) ” Si te fijas en las que llaman virtudes,- le dice una vez a Cristóbulo- observarás que como se aumentan es con el conocimiento y con el ejercicio.”
La virtud es fruto del conocimiento. Hay que fudamentar la conducta en el conocimiento. Para actuar bien hay que conocer el BIEN. Si no actuamos bien es por ignorancia. Por tanto nadie hace el mal a sabiendas.
En los diálogos platónicos encontramos abundantes ejemplos de esta manera de pensar.
Protágoras, 358 cd: “nadie va por gusto hacia lo malo ni hacia lo que considera malo…..y en caso de verse obligado a escoger entre dos males, nadie escoge el mayor pudiendo escoger el menor.”
Menón 87 d: “….si no hay ningún bien que la ciencia no abarque, sospechando que es una ciencia (la virtud) sospecharíamos con razón.”
Protágoras 345 b : “el hombre bueno podrá llegar a ser, en determinadas circunstancias, malo, debido a la edad o la fatiga o una enfermedad o a cualquier otra desgracia, porque la única actuación mala es ésta: privarse del saber.”
Vemos que la moral socrática consiste en esta idetificación entre saber y virtud. Buscar el saber es buscar la virtud porque es imposible ser sabio y no elegir el Bien.
Será entonces fácil convencer a los filósofos que han llegado a conocer las IDEAS para que gobiernen. Ellos comprenderán enseguida que tienen que hacerlo y no se negarán pues ese es el bien de la POLIS y el bien de la Polis es superior al individual.
Aunque no cree que el Bien es una esencia (como si parece creerlo Platón) Sócrates si cree que es posible llegar a definiciones comunes, compartidas. Los sofistas en cambio no creen que pueda conocerse lo que es el Bien, son escépticos y, por esa razón, son relativistas en moral. Eso no significa que piensen que la acción no puede basarse en el conocimiento. Lo que piensan es que no puede basarse en un conocimiento absoluto, en una certeza absoluta. Tal vez tenía razón G. Sorel cuando dice que si los socráticos hubieran tenido el poder en algún lugar habrían hecho como Calvino.
Marxismo, Comunismo
PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES, UNÍOS
CAPITALISMO. CONCEPTOS FUNDAMENTALES Y SUPUESTOS ANTROPOLOGICOS.
¿Qué es el capitalismo? Para el marxismo el capitalismo es un modo de producción que se caracteriza porque la propiedad de los medios de producción está en manos de una clase social, la burguesía, que explota a otra clase, el proletariado, que sólo dispone de su propia fuerza de trabajo.
El capitalismo ha nacido en las ciudades libres bajomedievales como capitalismo comercial transformándose luego en capitalismo manufacturero y, finalmente, en capitalismo industrial con la introducción de grandes máquinas y el desplazamiento forzoso de grandes masas de obreros a las zonas fabriles de las nuevas ciudades industriales.
Para Marx, lo importante en la definición del capitalismo es su aspecto económico y en su famoso libro El Capital estudia las relaciones económicas tales como el intercambio comercial, los salarios o el proceso de producción.
Max Weber que ha sido llamado el Marx de la burguesía, en su libro La ética protestante y el “espíritu” del capitalismo (1904-1905) adopta otro punto de vista. Cree, justamente al revés que Marx, que el factor económico no es determinante sino determinado por otros factores como la religión. Trata de demostrar que el capitalismo no nace sólo por la conjunción de la acumulación de capital y de conocimientos técnicos y que si se ha dado en Europa ha sido porque se ha añadido un tercer factor: la ética protestante que proporciona una justificación religiosa del beneficio económico. Analizando distintos tipos de textos de varias religiones (budismo, confucianismo, judaísmo, etc.) llega a la conclusión de que sólo en la religión protestante y, más concretamente en su versión calvinista, hay una incitación a transformar el mundo por medio del trabajo.
Dicho esto sobre el origen del capitalismo veamos algunos conceptos fundamentales.
Suele asociarse el capitalismo con la propiedad privada y con el libre mercado o librecambio. Muchos de los defensores del capitalismo lo presentan como el mejor sistema económico-político porque sólo dentro de él estarían garantizadas la libertad y la propiedad. ¿Es realmente así?. Veamos primero la asociación que en la mentalidad popular suele hacerse entre capitalismo y democracia.
Existen decenas de ejemplos que demuestran que una ampliación de la democracia en el proceso de trabajo pone en peligro las condiciones de reproducción del capitalismo. Por poner sólo alguno de la época del Manifiesto, recordemos las dificultades por las que pasó la asociación “Protección Mutua de Tejedores de Barcelona”, posiblemente la primera asociación obrera española (l840) o la huelga de l854 en el pueblo de Sans contra las instalación de las máquinas llamadas selfactinas (del ingles self acting).
Liberales tan conocidos como Adam Smith pensaban que la división del trabajo en la empresa capitalista era incompatible con la democracia.
Hoy tenemos un ejemplo de esto en la llamada “fábrica del mundo” (China) en donde la productividad de la economía está directamente relacionada con la falta de derechos. Y si alguien considera el ejemplo traído por los pelos ya que China es formalmente un país comunista, puede elegir sus ejemplos en los países capitalistas “puros”.
Como vemos, al contrario de lo que suele pensarse, parece que a más capitalismo menos libertad, menos democracia y menos derechos.
Si la asociación Capitalismo=democracia no se cumple, tampoco lo hace la ecuación capitalismo=libre mercado. La riqueza de los países más desarrollados es el resultado de políticas intervencionistas y proteccionistas y los ejemplos más claros son precisamente Gran Bretaña y Estados Unidos.
Otra idea común es que el capitalismo defiende la propiedad privada. Sin embargo, como ya señalaron Marx y Engels en la segunda parte del Manifiesto, en el sistema capitalista la propiedad no esta garantizada.
La propiedad de los obreros está garantizada sólo formalmente como propietarios de su fuerza de trabajo que pueden vender a cambio de un salario. La propiedad de los medios de producción es de los capitalistas. Aunque la producción en una sociedad capitalista se realiza socialmente, es decir, por el conjunto de la sociedad, la apropiación de la riqueza producida no es social sino que una pequeña parte de la sociedad se apropia la mayor parte de la riqueza mientras que una gran parte de la población vive en la miseria.
Actualmente de los más de 6.500 millones de habitantes que tienela Tierra, unos 4.000 millones sobreviven con menos de un dólar diario.
De modo que libertad, propiedad y libremercado son conceptos básicos para entender el capitalismo que ni da libertad, ni garantiza la propiedad ni respeta la libertad de mercado. Respeta sólo la libertad de robar y explotar, garantiza la propiedad de los ricos y respeta la libertad sólo para sus mercancías pero no para las materias primas de los paises a los que explota y cuyos precios no paran de bajar.
SUPUESTOS ANTROPOLÓGICOS
Los defensores del capitalismo creen que es el mejor sistema para el hombre porque dan por supuesta una determinada imagen del hombre.
Esa imagen del hombre, de la naturaleza humana, la encontramos admirablemente expuesta en una famosa novela: “Vida y extrañas y sorprendentes aventuras de Robinson Crusoe escritas por él mismo” de Daniel Defoe. En el fondo se trata de la visión del viejo Hobbes que McPherson ha llamado individualismo posesivo. El ser humano es movido por sus pasiones una de las cuales es “un perpetuo e incansable deseo de conseguir poder tras poder.” El ser humano es un átomo aislado que necesita afirmarse y sobrevivir entre otros individuos que buscan lo mismo que él. La manera de sobrevivir entre otras fieras que buscan lo mismo es aumentar tu poder, es decir, tu riqueza.
Una lucha de todos contra todos sólo puede terminar con la destrucción de la mayoría, por lo que la única manera de garantizar la supervivencia del conjunto es establecer un pacto o contrato y además un poder fuerte que garantice su cumplimiento. Así que el poder absoluto es parte de la ideología del individualismo posesivo.
Resumiendo los supuestos hobbesianos que encontramos como ideología básica del capitalismo:
Cada ser humano busca exclusivamente su propio beneficio.
La mejor manera de asegurarse la supervivencia es la propiedad
Hace falta un estado fuerte.
Los defensores del capitalismo dan por sentado que esos son los principios que rigen la naturaleza humana. Se parecen a los principios fundamentales de la doctrina Gradgrind que Charles Dickens caricaturizó en “Tiempos difíciles”, una novela que Marx, admirador de Dickens, leyó en inglés.
“Uno de los principios fundamentales de la doctrina Gradgrind era que todas las cosas deben pagarse. Nadie debía jamás dar algo a alguien sin compensación. La gratitud debía abolirse y los beneficios que de ella se derivaban no tenían razón de ser. Cada mínima parte de la existencia de los seres humanos, del nacimiento hasta la muerte, debía ser un negocio al contado. Y si era imposible ganarse el cielo de esta forma, significaba que el cielo no era un lugar regido por la economía política y que no era un lugar para el hombre.” (Tiempos difíciles, 1854).
La Economía Política en los tiempos de Marx percibía el interés egoísta como el único motor racional de las conductas humanas. La pregunta es: ¿ese interés egoísta que Hobbes teorizaba y Dickens caricaturizaba, puede servir de fundamento, no ya a una sociedad capitalista, sino a algún tipo de sociedad?¿No es preciso crear valores y normas que trasciendan la pura animalidad (zoon) para sustentar cualquier sociedad humana (politicón)?
Como sostiene Jean Claude Michéa, una “sociedad capitalista” sería un contrasentido y antropológicamente inviable ya que el interés puro y duro nos conduciría a una “sociedad” cada vez más desigual basada en la ley del más fuerte, a un “segundo estado de naturaleza” (Rousseau) producido por el “exceso de corrupción”.
EL MARXISMO COMO FILOSOFIA DE LA PRAXIS
Al capitalismo se llega por leyes históricas inexorables y lo mismo ocurrirá con el paso del capitalismo al comunismo, ocurrirá inevitavlemente con el desarrollo de las fuerzas productivas. ¿Significa esto que la historia es determinista y la acción de cada ser humano no tiene ninguna influencia?
Por otro lado,la filosofía marxista es presentada por muchos marxistas ortodoxos como una filosofía de la acción (en griego praxis). Así por ejemplo Antonio Gramsci que fue el primer presidente del Partido Comunista italiano, insiste mucho en este aspecto de la filosofía marxista.
¿Quiere esto decir que el marxismo desprecia el pensamiento o que es partidario de la acción por la acción? Algunas frases de Marx y Engels pueden hacer pensar así. Es el caso de la famosa tesis XI sobre Feuerbach: “Hasta ahora los filósofos se han dedicado a interpretar el mundo de diversas maneras, pero de lo que se trata es de transformarlo.”
Otro tanto pasa con la frase de Engels en Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana: “Los obreros alemanes son los herederos de la filosofía alemana.”
Ambas frases parecen referirse a que la filosofía ya ha hablado bastante y ya ha llegado la hora de la acción.
Efectivamente, el marxismo es, además de una interpretación del mundo y de la historia, una llamada a la acción, pero no a la acción por la acción.
El objeto de la acción es la liberación del proletariado. En esto, como en otras cosas, el marxismo se parece al cristianismo que también es una doctrina de la liberación de los pobres. En lo que son diferentes marxismo y cristianismo es en las acciones que proponen para llegar a esa liberación.
Según Marx (Tesis VIII sobre Feuerbach) “La vida social es esencialmente práctica y eso significa que son las acciones y no los pensamientos las que, finalmente, cambian el mundo.” Pero como señaló el ya aludido Gramsci, los pensamientos son a su vez una forma de acción y buscar los pensamientos correctos es una manera de favorecer la acción correcta.
Marx dedicó en sus escritos una especial atención a la acción política. En la filosofía de Marx sobre la acción política hay una llamada a la responsabilidad humana porque según él (como también según Hegel) los humanos están obligados a producir su propia vida y a hacerlo de un modo preciso.
Pero la acción humana no es sólo una cuestión de voluntad. No basta con querer, hay que estudiar bien las condiciones concretas. Así pues, para cambiar el mundo no se trata de una práctica cualquiera sino de una práctica revolucionaria que conduzca la historia por el camino de lo posible hacia la liberación del proletariado y la desaparición de la explotación.
Por eso es muy importante estudiar la coyuntura política concreta. Por ejemplo, será conveniente apoyar las revoluciones burguesas, porque los proletarios “pueden y deben aceptar la revolución burguesa como una condición para la revolución obrera.”
Precisamente porque Marx quiere estar atento a las condiciones concretas es por lo que sus propuestas cambian dependiendo del momento histórico y del país al que se refieren.
En conclusión, ni determinismo (con lo que las acciones de los seres humanos serían irrelevantes para el proceso histórico) ni tampoco la acción por la acción, sino acción consciente que empuje en la dirección de la liberación del proletariado.
El marxismo es una filosofía que propone la acción como forma de transformar el mundo, pero una acción muy pensada y que tenga como objetivo la liberación del proletariado y que tome en cuenta las condiciones concretas de la lucha política.
El mismo Marx nos ofrece en una famosa carta a su amigo Weydemeyer del 5 de marzo de 1852 citada por Lenin en “El Estado y la revolución” un resumen de su filosofía política: Lucha de clases, dictadura del proletariado, supresión del Estado y de las clases.
MATERIALISMO HISTORICO. MODOS DE PRODUCCIÓN. RELACIONES DE PRODUCCIÓN. FUERZAS PRODUCTIVAS
En el prefacio de Engels a la edición alemana de 1883, escrito muy poco después de la muerte de Marx, hay una muy breve exposición de lo que es el materialismo histórico (MH).”La producción económica y la estructura social que de ella se deriva necesariamente en cada época histórica constituyen la base sobre la cual descansa la historia política e intelectual de esa época….Por tanto, toda la historia de la sociedad, desde la disolución del régimen primitivo de propiedad sobre el suelo, ha sido una historia delucha de clases, de luchas entre clases explotadoras y explotadas, dominantes y dominadas.”
La mayoría de los historiadores se limita a hacer cronologías. Fue Hegel uno de los primeros que trató de entender la historia buscando, más allá de los personajes y de las batallas, qué fuerzas y causas profundas hacen caminar la historia humana.
Marx y Engels descubrieron una nueva manera de entender la historia y de explicar la sucesión de hechos históricos: el criterio de los modos de producción. Su concepción se llama materialismo histórico porque prestan especial atención a la manera en que los hombres producen sus medios de vida y tratan de explicar las ideas a partir de la vida y no la vida a partir de las ideas. Dicho con una fórmula clásica, es el ser lo que determina la conciencia y no al revés. Ya no se trata de estudiar personajes (casi siempre hombres) y “hechos históricos” (casi siempre batallas), sino de darse cuenta de que detrás de esos personajes y de esas batallas está la lucha de clases. Para entender esa lucha hemos de profundizar en la manera en que los seres humanos de cada sociedad producen sus medios de vida, hemos de estudiar las condiciones de la vida material de la sociedad. El sistema de las condiciones de la vida material de una sociedad es lo que `podríamos llamar el MODO de PRODUCCIÓN imperante en esa sociedad.
Fieles a este punto de vista, Marx y Engels estudiaron de qué manera los seres humanos trabajan y dedicaron su atención a los diferentes modos de producción, a las fuerzas productivas y a las relaciones de producción.
MODOS DE PRODUCCION
Marx y Engels no han definido nunca este concepto. La expresión Modo de producción se refiere a un modelo mental que sirve para entender las formaciones sociales concretas. Una posible definición de M de P. tendría que tener en cuenta esto:
Todo modo de producción tiene una estructura global que comprende:
-Una estructura económica (división del trabajo, distribución, etc.)
-Una estructura jurídica (Leyes, forma del Estado, etc.)
-Una estructura ideológica (costumbres, ideas)
Una de las tres estructuras es dominante (Ej: La religión en la Edad Media, la política en Atenas) pero la estructura económica es siempre la que determina a las otras.Todo modo de producción tiende a reproducir sus condiciones de existencia. La literatura marxista habla habitualmente de 4 modos de producción: Primitivo, Antiguo o esclavista, Feudal o tributario y Capitalista o burgués.
Hay un texto clásico que nos aclarará mucho los conceptos que estudiaremos a continuación. Se trata del Prefacio a la Crítica dela Economía Política del cual citamos un fragmento: “En la producción social de su vida, los hombres contraen determinadas relaciones, necesarias, independientes desu voluntad, relaciones de producción que corresponden a un grado determinado del desarrollo de las fuerzas productivas materiales. El conjunto de relaciones de producción constituye la estructura económiva de la sociedad, la base concreta sobre la cual se levanta una supresestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de vida social, política e intelectual en general. No es la conciencia de los hombres lo que determina su ser; es inversamente su ser social el que determina su conciencia. A un cierto grado de su desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes, o, lo que no es sino su expresión jurídica, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta aquí. De ser formas de desarrollo de las fuerzas propuctivas se convierten ahora en trabas de ese desarrollo. Y se abre aquí una época de revolución social. El cambio de la base económica revoluciona más o menos rapidamente toda la inmensa superestructura erigida sobre ella.”
RELACIONES DE PRODUCCION
El proceso de trabajo se da bajo ciertas relaciones de producción. Entonces al proceso de trabajo le llamamos proceso de producción. En ese proceso de producción intervienen varios agentes de producción. Podemos ver las relaciones de esos agentes en el proceso de producción bajo 2 puntos de vista: técnico y social.
Desde el punto de vista técnico el proceso de producción puede ser individual o cooperativo. Si es cooperativo, la cooperación puede ser simple o compleja. Cuando la cooperación es compleja aparece la división técnica del trabajo.
Cuando cooperan muchos individuos aparece la figura del trabajador no directo que hace funciones de organización, vigilancia y control.
Según el tipo de cooperación, el trabajador puede perder el control del proceso de trabajo pero no del medio de trabajo o puede perder el control sobre ambas cosas. En el primer caso, la habilidad del trabajador aún cuenta, en el segundo caso el trabajador se convierte en una pieza de la máquina. En el primer caso se da una unidad trabajador-medio de trabajo, en el segundo se da una unidad medio-objeto de trabajo y el trabajador se convierte en un simple esclavo de la máquina. Desaparece el trabajador
individual y aparece el trabajador colectivo o socializado por necesidad técnica de la producción.
Resumiendo: Relaciones técnicas de producción son las formas de control o dominio que los agentes de producción tienen sobre el proceso de trabajo y los medios de trabajo.
Veamos ahora las relaciones de producción desde el punto de vista social.
El proceso técnico de producción no se da en el aire, sino bajo ciertas condiciones sociales.
Desde el punto de vista social los agentes de producción se dividen en propietarios de los medios de producción y no propietarios y las relaciones entre ellos pueden ser de explotación (cuando los propietarios de los medios de producción viven del trabajo de los trabajadores directos) y de colaboración (cuando existe una propiedad social de los medios de producción y ningún sector vive del trabajo del otro).
FUERZAS PRODUCTIVAS
En la filosofía marxista hay una estrecha relación entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción porque cuando las primeras llegan a un cierto grado de desarrollo entran en contradicción con las relaciones de producción.
Las fuerzas productivas potenciales son los elementos del proceso de trabajo, es decir, la fuerza de trabajo y los medios de trabajo. Las fuerzas productivas propiamente dichas son las que resultan de la combinación de esos elementos del proceso de trabajo bajo unas relaciones de producción determinadas.
Mediremos el grado de desarrollo de las fuerzas productivas por la productividad del trabajo.
Las fuerzas productivas se desarrollan sin cesar y se van socializando cada vez más en la sociedad capitalista. Los factores potenciadores de ese desarrollo son, sobre todo, la tecnociencia y la división del trabajo.(Aunque si escuchamos a Max Weber, las ideas, sobre todo religiosas, juegan un papel muy importante en esto).
Hemos dicho que las fuerzas productivas se socializan cada vez más. Esto significa dos cosas: a) Los medios de trabajo tienen un origen cada vez más social. Ej.: la agricultura necesita cada vez más de otras ramas de la producción, y b) el producto tiene un destino cada vez más social, cada rama de la producción trabaja para cada vez más ramas.
Sin embargo, las relaciones de producción no cambian tan deprisa. Por eso ocurre que las fuerzas productivas desarrolladas y muy socializadas entran en contradicción con unas relaciones de producción anticuadas y estrechas, como un cuerpo que crece dentro de una camiseta demasiado pequeña. Entonces las fuerzas productivas empujan a la sociedad hacia una mayor socialización de las relaciones de producción.
Tal como lo explican Marx y Engels en la segunda parte del Manifiesto, en la sociedad capitalista se da la contradicción entre una producción social y una apropiación privada (burguesa). Por eso nos dicen los autores del Manifiesto que el comunismo no quiere abolir la propiedad, sino la forma de la propiedad que es burguesa para instaurar una propiedad social, común.
HISTORIA Y CAMBIO SOCIAL. DELA SOCIEDAD BURGUESA A LA SOCIEDAD COMUNISTA
Según Marx y Engels, la historia es un proceso que acabará en el comunismo. No se trata de un ideal por el que hay que luchar, sino de algo que ocurrirá necesariamente (Ver, por ejemplo “La ideología alemana”) según las leyes de la historia.
El desarrollo de las fuerzas productivas va creando las condiciones para superar las distintas etapas históricas hasta llegar a la etapa comunista final.
Si queréis, esto no está muy lejos del esquema: Paraíso (comunismo primitivo), expulsión del Paraíso (historia y lucha de clases), vuelta al Paraíso (comunismo). El paso de la sociedad burguesa a la sociedad comunista sería la última etapa de la aventura humana.
La sociedad comunista sería el Paraíso reencontrado que se caracteriza por la abolición de la propiedad privada y por la extinción del Estado.
En cuanto al modo en que se pasa de la sociedad burguesa a la sociedad comunista parece claro que el paso implica la desaparición del Estado puesto que el Estado nace de la división de la sociedad en clases y es el instrumento de dominio de una clase sobre otra.
Abolida la propiedad privada, es decir, la propiedad burguesa, desaparecen las clases. Esta sería la diferencia entre el planteamiento marxista y el anarquismo. Los anarquistas proponen una eliminación inmediata del Estado. El congreso antiautoritario internacional de Saint-Imier en Suiza (15-16 de septiembre 1872) con asistencia de federaciones italianas, francesas, españolas, estadounidenses y del cantón del Jura, declara solemnemente: “La destrucción de todo poder político es el primer deber del proletariado.” Los marxistas en cambio proponen como primera tarea de la revolución la abolición de la propiedad privada de los medios de producción, lo que llevaría necesariamente a una sociedad sin clases y a la desaparición del Estado.
La etapa de transición es algo que no está del todo claro y Marx plantea distintas posibilidades que van desde una dictadura jacobina a una democracia popular como en el breve gobierno (72 días) de la Comuna de París.
En el Manifiesto se plantea la cuestión de un modo muy general y sólo se habla de que el proletariado ha de conquistar el poder político pero no se explica cómo.
En una obra posterior, “El 18 de Brumario de Luis Bonaparte” Marx dice que hay que destruir el Estado, sobre todo sus dos aparatos más grandes: la burocracia y el ejército. Pero queda en pié esta cuestión: ¿Con qué sustituye el proletariado esos aparatos del Estado?
En una obra titulada “La guerra civil en Francia. La Comuna de París” Marx toma como ejemplo el movimiento revolucionario de La Comuna de Paris y cita alguna de sus medidas, sobre todo la supresión del parlamentarismo y la instauración de una democracia popular.
La abolición del Estado en un plazo más o menos largo plantea una situación paradójica porque la producción requiere un alto grado de organización y es difícil ver cómo se hace esto si se prescinde por completo del aparato estatal. Esta es precisamente una de las líneas de fractura entre comunistas y anarquistas durante todo el siglo XX. En su libro sobre La Comuna, donde Marx hace por primera vez un esbozo del Estado proletario, leemos por ejemplo: “Mientras que los órganos puramente represivos del viejo poder estatal habían de ser amputados, sus funciones legítimas serían arrancadas a una autoridad que usurpaba una posición preeminente sobre la sociedad misma, para restituirlas a los servidores de esta sociedad.” El fragmento parece sugerir que se mantengan las funciones del Estado que no sean puramente represivas. Los anarquistas sin embargo, se inclinan por la autonomía obrera y el desmantelamiento total del Estado. Como declara la Carta de Amiens (1906): “El sindicalismo se basta a sí mismo”.
Este es uno de los problemas decisivos de la teoría marxista. El paso del feudalismo al capitalismo se prolongó durante 400 años. El paso del capitalismo al comunismo (si Marx tenía algo de razón) no tiene por qué ser más rápido. El filósofo británico John Gray que no es precisamente un radical, dice que aunque Marx se equivocara en cuanto a la llegada del comunismo, si supo ver con claridad las consecuencias de la evolución del capitalismo: la clase media se acabaría sumergiendo en algo que se parecería cada vez más a la existencia precaria de los proletarios más sufrientes de su tiempo.
Otro problema se ha planteado a veces. Fue sugerido por Sigmund Freud. Es el de si la abolición de la propiedad privada acabará realmente con las clases o producirá una sociedad uniforme y sin conflictos ya que es sabido que los hombres luchan por otras muchas cosas además de la propiedad
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CLASES SOCIALES E IDEOLOGÍA
El marxismo elaboró una teoría del cambio histórico: ¿Cómo se producen los grandes cambios en la historia y cuáles son sus protagonistas?
Los cambios históricos, como los cambios en nuestras vidas, no ocurren de la noche a la mañana. Los cambios más radicales y profundos son las revoluciones. Los agentes de estos cambios son los seres humanos, pero no tomados aisladamente sino considerados como clases sociales.
En cada situación histórica concreta es preciso entender cual es la relación entre las clases. En la sociedad capitalista, las clases en conflicto so la burguesía y el proletariado.
Cada individuo tiene un origen de clase (nació campesino, por ejemplo) y también una situación de clase (actualmente es por ejemplo médico). Una persona puede además tener más o menos conciencia de clase. Por ejemplo: si uno es un empresario hijo de trabajadores, su origen de clase es proletario y su situación de clase es burgués. Si uno es un proletario que no se da cuenta de cómo le explotan, que no está informado de sus derechos, etc., entonces diremos que tiene poca o ninguna conciencia de clase. Un trabajador con más conciencia de clase entenderá mejor sus intereses y luchará mejor por ellos. En una coyuntura política concreta uno puede tomar una posición de clase dependiendo de su origen, su situación y su conciencia. Por eso, puede ocurrir que un proletario tome una posición de clase burguesa (votando a un partido de derecha, por ejemplo).
Si el proletariado quiere cambiar la situación de explotación en la que malvive, ha de tomar conciencia de su propio interés que no es otro que conquistar el poder político por medio de la revolución y llevar a cabo los cambios sociales y económicos para construir una sociedad comunista. De ese modo, al liberarse a sí mismo, el proletariado construirá una sociedad más justa. Pero esos cambios no se darán sin lucha, pues la clase burguesa utilizará todos los medios para mantener el status quo. La lucha de clases presentará diferentes formas: LUCHA ECONÓMICA es la lucha de los obreros para conseguir mejores condiciones de venta para su fuerza de trabajo y también la presión de los patronos para aumentar la plusvalía mediante recortes de salario, aumento de la jornada laboral, etc. LUCHA IDEOLOGICA es la lucha por medio de publicaciones, radio, etc. LUCHA POLITICA para conseguir el poder político por medio de elecciones, insurrección armada, etc.
Cabe decir ahora unas palabras sobre la noción de Ideología estrechamente relacionada con la noción de clase social.. En efecto, hemos visto que una de las formas de lucha entre las clases es la lucha ideológica.
El sentido que predomina en las obras de Marx es el de ideología como interpretación falsa de la realidad en oposición a la interpretación científica. Ejemplo: el machismo propone una visión de la mujer como inferior basándose en consideraciones ideológicas que la ciencia ha desmentido. Lo mismo podríamos decir del racismo, del creacionismo y de otras ideologías que no pretenden explicar la realidad de manera científica, sino que sirven a otros intereses.
La lucha ideológica tendría un doble sentido. Es claro que en una relación de explotación o dominación hay explotadores y explotados, dominadores y dominados y que los intereses de unos y otros son diferentes. Los explotadores utilizan la ideología como un arma más. Ejemplo: el hombre que explota sexualmente a la mujer necesita mantenerla engañada y que ella se sienta inferior para que sea sumisa. El verdadero interés de la mujer es, sin embargo, conocer la realidad para poder liberarse.
La burguesía desenmascara las mistificaciones medievales pero construye otras mentiras para enmascarar su dominación sobre los proletarios. El proletariado necesita, al contrario, desenmascarar las mentiras que construye la burguesía.
Libros consultados
El hombre rebelde. Albert Camus. Alianza
Teoría del individualismo posesivo. McPherson. Fontanella
La superación de la ideología. Lucio Colletti. Catedra.
Los conceptos elementales del materialismo histórico. Marta Harnecker .siglo XXI
Manuscritos de economía y filosofía. Karl Marx. Alianza.
Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana. Engels. Ayuso.
Contribución a la crítica de la economía política. K. Marx.Comunicación.
Le Monde Diplomatique. Suplemento sobre Globalización.
Folleto en castellano de la Casa Museo Karl Marx en Trier.
Breve historia del socialismo. Norman Mackenzie. Labor.
El Estado y la revolución. V.I.U.Lenin. Ayuso.
Para leer El Capital. Engels. Grijalbo.
Ediciones del Manifiesto del diario Público y de la Fundación F. Engels
La escuela de la ignorancia. Jean Claude Michéa. Acuarela libros.
La idea del comunismo. Tariq Ali. Alianza editorial.
¡ESTUDIANTES DE TODOS LOS PAÍSES, UNÍOS!
CONCLUSIÓN
¿Está muerta la idea del comunismo? ¿Los errores cometidos en su nombre invalidan totalmente la idea?, ¿Los errores de la Iglesia invalidan totalmente la idea del cristianismo?
E.H.Carr, decano de los historiadores no marxistas de la Revolución rusa, escribe:”Ya sé que cualquiera que hable de los logros de la Revolución será tachado de estalinista inmediatamente. Pero no estoy dispuesto a someterme a este tipo de chantaje moral.” (citado en el libro de Tareq Ali).
No veamos sólo la paja en el ojo ajeno. En 1927 Winston Churchill declaró a periodistas italianos en Roma: “si hubiera sido italiano estoy seguro de que habría estado incondicionalmente con ustedes” (se refería al triunfo de Mussolini).
Sabemos lo que el fascismo y el nazismo trajeron a Europa y merece la pena recordar que el capitalismo totalitario encarnado por el fascismo fue derrotado en una guerra mundial que costó más de 50 millones de muertos (T. Ali). Sin el Ejército Rojo esto no habría sido posible.
La crisis de 2008 ha dejado patente que el capitalismo no es capaz de atender las necesidades de la mayoría y ha convertido EL CAPITAL de Karl Marx en un superventas en Alemania. La gente quiere saber cómo funciona el capitalismo, cómo es que cada vez producimos más y sin embargo somos más pobres.
Mientras haya capitalismo la idea del comunismo estará viva porque como dijo Rousseau “está manifiestamente contra la ley de la naturaleza…que un puñado de gentes rebose de cosas superfluas mientras que la multitud hambrienta no tiene lo necesario.”
Francisco Codina. Xátiva, 16 de Marzo de 2012
Texto de Platón para la PAU
Aunque tenemos el texto en la web de trabajo http://francescllorens.wordpress.com os lo dejo aquí también, listo para la descarga. Es el texto oficial para la PAU del primero de los autores que hemos comenzado a impartir: Platón.