JESÚS fatigado por la caminata, se sentó junto al pozo. Era cerca de medio día. En esto, una mujer samaritana se acercó al pozo para sacar agua.
Jesús le dijo:
– Dame de beber.
Los discípulos habían ido al pueblo a comprar alimentos. la samaritana dijo a Jesús:
– ¿Cómo es que tú, siendo judío te atreves a pedirme agua a mí, que soy samaratina?
Jesús le respondió:
– Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, sin duda que tú misma me pedirías a mí y yo te daría agua viva.
(Jn 4,6-10)
En la serranía de Efraín a dos kilómetros de Nablus y a los pies de los montes Garizín y Ebal, se encuentra la ciudad de Siquem (o Sicar). Allí está el pozo de Jacob, junto al que se sentó Jesús para pedir agua a una mujer samaritana.
En la Biblia, los pozos no son solo un sitio donde beber agua, sino un lugar de encuentro con las personas, y de estas con Dios. Cuando la Biblia habla de pozos, está hablando de lugares de vida y bendición.
El Proyecto Siquem se presenta como un lugar de encuentro entre los/as alumnos/as y el mensaje de Jesús Nazaret. Un encuentro adaptado al lenguaje, imágenes y experiencias vitales de los jóvenes.